Trascendencia oración vocación

La vocación tiene una dimensión trascendente no sólo porque viene de Dios, sino porque de ella misma nace tal trascendencia. La misma experiencia nos dice que la vida de hombres que ya no están ha marcado, para bien o para mal nuestras vidas. Muchos de los beneficios de que hoy gozamos en todos los campos de la vida, se lo debemos a las oraciones y a quienes se dedicaron la mayoría de las veces en cuerpo y alma a sus tareas. Sea en el campo de la ciencia como en la de la política, sea en el de la educación como en el de la religión. Entre ellos se cuentan héroes de la patria tanto como ejemplares educadores, mártires de la fe como grandes luchadores sociales, sin excluir a los que de cerca tuvieron alguna influencia en nuestro desarrollo humano. Muchos de ellos exploraron nuevos caminos, se movieron por grandes ideales, abrazaron causas nobles y se comprometieron con ellas o simplemente, se comprometieron con entrega a los deberes inmediatos que les imponía una familia, a la cual debían sacar adelante. Todos, en alguna medida han influido en la vida de otros, eso sin duda, les implicó cierto sacrificio. Se cual sea la profesión, como los bomberos, ellos si que se sacrifican y podemos pedir por ellos con las oraciones del bombero.

Cuando meditamos el valor de la vocación a la luz de esto, entendemos que su riqueza no solo beneficia al que la tiene. La vocación es un don de Dios para el bien de muchos, tiene una fuerte carga social. La trascendencia e la vocación como de la oración va más allá de nuestro presente, los beneficios de ellas no solamente tocan a quienes están cerca de ellos, sino que se prolonga en el tiempo; la Biblia es el más vivo ejemplo de esto.