Un power nap bien hecho puede cambiarte el día. Las siestas cortas (15–20 min) activan redes cerebrales que mejoran el enfoque, la memoria y la estabilidad emocional sin interferir con tu sueño nocturno. Investigaciones del National Institutes of Health y de la NASA muestran que incluso micro-siestas pueden aumentar el rendimiento entre un 20% y 35% y reducir la fatiga mental de forma inmediata. Y sí: mientras sean cortas, no alteran tu ciclo circadiano. Un descanso breve no es “pereza”, es regulación del sistema nervioso. Le das a tu cerebro el reinicio que necesita para pensar más claro y manejar mejor el estrés.
La predicción de Carl Sagan sobre EE.UU en 1995: “Tengo el presentimiento de que, en una América de los tiempos de mis hijos o de mis nietos -cuando los Estados Unidos ya sean un servicio de información y economía; donde casi todas las industrias manufactureras se hayan ido a otros países; cuando los increíbles poderes tecnológicos estén en manos de unos pocos, y nadie que represente el interés público pueda comprender los problemas; cuando la gente haya perdido la habilidad de crear sus propias agendas o cuestionar con fundamentos a aquellos con autoridad; cuando nerviosamente apretemos nuestros cristales y consultemos nuestros horóscopos, veamos nuestras facultades críticas en decadencia, incapaces de distinguir lo que nos gusta de lo que es verdad, nos deslizaremos de nuevo, casi sin darnos cuenta, de vuelta a la oscuridad y a la superstición.” Carl Sagan, El mundo y sus demonios.(1995).